Ya lo dijo Charles Chaplin: "la vida es una obra de teatro que no permite ensayos..."
Todos necesitamos el monóculo de la felicidad, las gafas de la alegría, las lentes de la compasión. Porque somos seres humanos, sociales por naturaleza. ¿Cómo es eso de ayudar desde el corazón?

martes, 24 de febrero de 2015

Héroes de la calle.

Pobreza se levantó y miró a su alrededor. Indiferencia paseaba a sus hijos como si de perros se tratasen, atados de correas, bien educados; llevaban los ojos cerrados y no veían... o no querían ver. Después, Pena la miró y dejó caer un gajo de Suerte entre sus manos, que temblaban por el frío. Ayuda no sobrevolaba aquel día los párpados de ningún ser humano y Pobreza elevó la mirada al cielo, en su busca. La helada de la noche anterior se había acomodado en sus huesos, pero Bondad se negaba en rotundo a cederle la mano de su hija Esperanza.



Nadie sabe qué fue de Pobreza, que un día, ataviada con una manta y un abrigo carcomido por el pasar de los años, decidió abandonar a Mundo. Días después, Ilusión la encontró soñando con la eternidad y, sorprendentemente, Pobreza sonreía. 


A todos aquellos héroes de la calle, sin nombre ni cartera, a los que el mundo les niega la oportunidad de vivir. A los que superan las dificultades sin el verde todopoderoso, sólo con sonrisas.

Isabel Dávila. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario