Hoy es 1 de Mayo, Día Internacional del Trabajo y, dentro de dos días, será el Día de la Madre. Se me ha ocurrido unir los dos días y, reflexionando sobre su importancia, me ha salido algo como esto:
"La seguidora de los casos imposibles. La defensora de las minorías y comedora de lechuga. La mujer de fuego. Y de agua. Y de viento. Y de tierra.
La conductora de coches y de vidas descarriadas, que nunca se pasa de la velocidad permitida. La loca parisina, que compra el mismo turrón Navidad tras Navidad y sigue siendo una sorpresa.
La encantadora de lavadoras y erudita en derecho de los hijos. Regaladora de iphones, con un máster en llanto fácil por emociones positivas.
La fe de la vida y el ritmo de la guitarra de Mark Knopfler. La Lady Writer del derecho administrativo.
La madre que me dio la vida.
La fuerza que me guía.
Mi mamá".
La madre trabajadora que no le echa sal a las comidas por miedo a que nos exploten las arterias. La única que tengo. La que nunca cambiaría y de la que me sentiré orgullosa, hasta cuando esté muy, muy enfadada con ella y ella conmigo.
Te quiero, mamá.
Isabel Dávila.
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