"Que no hay menos vida que una vida sin historia ni compás. Pobre ingenuo, inútil..."
Siempre he pensado que esta canción define muchos de los sentimientos con los que, día a día, se enfrentan todos aquellos a los que yo, en un futuro, habré de ayudar. Me parte el alma, realmente. "El resto del tiempo es un lastre que fuma relojes de arena...". Cuán triste es sentirse un saco de arena arrastrado por el pasar de los años, por el arrumaco triste de la monotonía. "Y se acuerda de que fue una gran persona y sus lágrimas resbalan por el cuello de una mísera litrona". El sentimiento de utilidad personal es lo que llena realmente la vida de una persona. Pensemos en aquellos que olvidaron esa sensación en el pasado. Y ya tan solo pueden mirar atrás, intentando estirar el brazo de los recuerdos para tratar de cogerla fuerte, hacerla volver. Ayudemos a que todo el mundo recupere la sensación de ser útil. Ayudemos al anciano resignado que ha cedido a la presión del final de la vida y hagámosle ver que aun puede ser grande, como antaño.
Lo triste de todos aquellos que han perdido la ilusión es exáctamente eso: "No sabe cuál es la estación donde para lo bueno y empieza a ser menos de lo que será". La falta de expectativas de futuro, de proyectos. Esa es una de las causas más frecuentes de desadaptación e inadaptación social. "Pobre ingenuo, inútil...". La tristeza de saber que uno mismo no es ni tan siquiera la sombra del aire que respira. Pensemos en aquellas personas que ha perdido su empleo y ya no recuerdan cuándo fue la última vez que trajeron un sueldo a casa. Vamos a cambiar el sistema y vamos a hacer que renueven su identidad personal.
"Y se sienta en la silla a esperar a los años traidores". Resignación se llama. Sentarse en la silla del presente. Mecerse con los pies, con la única compañía que da una manta y un par de cartones. Quien dice una silla, dice un cajero solitario, con la única compañía de una máquina que regala billetes a todos menos a ellos.
Vamos a tratar de ser humanos. Que no cuesta tanto, viene en los genes.
Vamos a tratar de ser humanos. Que no cuesta tanto, viene en los genes.
Isabel Dávila.
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